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Carmen, en el convento encuentra la fe y un refugio seguro de la violencia

Historias de renacimiento

“Nací en una familia mexicana muy pobre. Quería trabajar para ayudar a mis padres. De este modo, siendo todavía adolescente, acepté con entusiasmo la propuesta que me hizo una de mis cuñadas de cuidar a los hijos de una conocida suya en otra ciudad. A mi llegada, me obligaron a prostituirme, amenazándome con hacer daño a mi familia. No estaba sola, conmigo había más jóvenes. Todas fuimos golpeadas y violadas. A mis padres les dijeron que había muerto. Había llegado al límite de lo que podía soportar, cuando se me presentó la ocasión de huir. Aquel día había un gran caos en el metro y me escondí entre la gente. Pedí ayuda a una mujer que, al oír mi historia, decidió llevarme a las hermanas de Talitha Kum. Ahora me encuentro en un lugar seguro, y tengo contacto habitual con mi familia; retomé mis estudios y he finalizado brillantemente la etapa de escuela secundaria. Tengo 17 años y para mí no ha sido fácil hacer frente a la violencia de la trata. Hoy estoy contenta de la nueva oportunidad que tengo. Cuando las hermanas me abrieron la puerta de su casa, fue como si el Señor me dijera esto: “Ven. Ahora eres mi hija”. (TK México).

Crédito de la foto: Lisa Kristine