Este sitio utiliza cookies de análisis para recopilar datos agregados y cookies de terceros para mejorar la experiencia del usuario.
Lea la Política de privacidad completa .
ACEPTO

LLAMADA A LA ACCIÓN

CUIDAR, SANAR, EMPODERAR Y RESTAURAR

La Llamada a la acción de Talitha Kum está dirigida a las religiosas, a la Iglesia católica, a líderes religiosos de otras tradiciones religiosas o espirituales, a los no-creyentes, a los amigos y a todas las personas de buena voluntad que comparten nuestra visión de un mundo libre de la trata y de la explotación de personas. Esta Llamada a la acción desea especialmente llegar a los agentes interesados en la gobernanza global incluyendo a los estados, organizaciones internacionales, agentes no-estatales como grupos de la sociedad civil, organizaciones del sector privado e instituciones académicas, y a todos lo que desempeñan un rol en el incansable esfuerzo para la erradicación de la trata y la explotación de personas.

Partiendo del conocimiento de las redes de Talitha Kum y de los miembros que trabajan en el territorio y de la Declaración final adoptada el 27 de septiembre de 2019 que señala el décimo aniversario de Talitha Kum, está Llamada a la acción está organizada en los siguientes cuatro objetivos principales:

  • cuidar a las víctimas de la trata y explotación de personas, y a las personas en situaciones de riesgo;
  • sanar las heridas físicas, psicosociales y espirituales;
  • empoderar a las víctimas y supervivientes, así como a las personas en situación de riesgo, haciendo oír sus voces;
  • restaurar la dignidad humana a través de la promoción del acceso a la justicia.

Para alcanzar estos objetivos, Talitha Kum invita a todas las partes interesadas a unir fuerzas en las siguientes áreas clave de compromiso, las cuales impactan especialmente a nivel de individuos, de comunidades y sistemas. 

Garantizar el acceso a la justicia y a la asistencia psicosocial y sanitaria estatal a largo plazo, así como al trabajo y permiso de residencia para las víctimas en los países de destino.

Las víctimas son las primeras que deben ser rehabilitadas y reintegradas en la sociedad.” “Toda la sociedad está llamada a crecer en esta toma de conciencia, especialmente en lo que respecta a la legislación nacional e internacional, de modo que se pueda aplicar la justicia a los traficantes y emplear sus injustas ganancias para la rehabilitación de las víctimas.”

Además, “ser reconocido como víctima es un trabajo duro. Normalmente, cuando las hermanas ayudan a las víctimas durante los procedimientos burocráticos legales, deben hacer frente a la dificultad de demostrar que las víctimas de la trata no son culpables de otros delitos, como la violación de las leyes de inmigración, las leyes laborales, las leyes de familia u otras disposiciones del código penal. Además, normalmente, las víctimas tienen que probar que como víctimas de la trata no dieron su consentimiento para la explotación, lo cual suele convertirse en un desafío”. Talitha Kum cree que las víctimas deberían ser tratadas con compasión, así como con pleno respeto y reconocimiento de su dignidad.
 

Para este fin, la red se dirige particularmente a las partes interesadas en la gobernanza global para:

  • la prestación de servicios jurídicos apoyados por el Estado para las personas víctimas de la trata, y las medidas adecuadas para garantizar su seguridad y la de aquellos que los atienden;
  • la aplicación de la cláusula de no-sanción a las presuntas, y de hecho víctimas, de delitos cometidos como consecuencia o durante la trata;
  • la indemnización por los daños sufridos;
  • el acceso a la asistencia psicosocial y sanitaria eficaz, a largo plazo y con apoyo del estado, así como permisos y oportunidades de residencia y trabajo, como clave para que las víctimas recuperen la valoración personal, la confianza y la autoestima, y ​​así evitar la revictimización;
  • estrategias de investigación y acusación centradas en el traficante, incluso en entornos desafiantes como la World Wide Web y las redes sociales, y el uso de las nuevas herramientas como las criptomonedas;
  • la promoción de formas adaptadas de justicia procesal, restaurativa y transicional que garanticen el proceso de sanación de las víctimas y supervivientes.

 

Empoderamiento de las mujeres y niñas, así como de sus familias y comunidades
Talitha Kum está decidida a contrarrestar la diferencia de poder entre hombres y mujeres en todos los sectores –económico, social, familiar, político, cultural y religioso– como un factor clave que contribuye a cosificar y denigrar a las mujeres y da lugar a una cultura de la violencia, de la cual la trata de personas con fines de explotación sexual, explotación laboral y otras formas de explotación son una expresión atroz.
 

Con este fin, Talitha Kum pide en concreto a las partes interesadas en la gobernanza global que adopten medidas para:

  • mejorar la conciencia y promover acciones para eliminar el desequilibrio de poder de género, teniendo en cuenta la concurrencia de género y otras categorías sociales como origen étnico, condición social y discapacidad, y los efectos acumulativos producidos por múltiples formas de discriminación;
  • garantizar el acceso equitativo a la educación de calidad, la formación profesional y las oportunidades laborales para las niñas y las mujeres, principalmente para las supervivientes de la trata y las que corren el riesgo de ser víctimas de la trata;
  • garantizar la igualdad de las mujeres en relación con los derechos laborales, concretamente en los sectores donde predominan las mujeres, más propensos a la explotación como el trabajo doméstico y cuidado, la agricultura, el procesamiento y envasado de alimentos, el turismo y la hostelería.

 

Apoyar vías migratorias seguras y legales, incluso en los casos de desplazamiento forzado
Talitha Kum reconoce que las vías migratorias legales se han restringido a nivel mundial, incluso en los casos de desplazamiento forzado, de modo que se ha reducido la posibilidad de que la persona viaje a través de canales seguros. Las personas que huyen de conflictos prolungados, pobreza, inestabilidad, desastres, falta de oportunidades socioeconómicas y violación de los derechos humanos –entre otros factores– experimentan cada vez más dificultades para acceder a oportunidades que le proporcionen seguridad y desarrollo humano en el extranjero. Este enfoque –a menudo junto a la retórica política que fomenta el odio, el racismo y la xenofobia– dificulta la seguridad, la dignidad, los derechos humanos y las libertades fundamentales de los inmigrantes, los solicitantes de asilo y los refugiados, así como también a las víctimas de la trata y otros grupos vulnerables.

Para promover vías migratorias eficaces y legales, Talitha Kum pide, especialmente, a las partes interesadas en la gobernanza global que adopten medidas para:

  • la detección temprana de situaciones de explotación sufridas por los inmigrantes, incluidos los solicitantes de asilo, refugiados y personas desplazadas;
  • la promoción de actividades de sensibilización con el objetivo de describir los riesgos de abuso, violencia y explotación a lo largo de las vías de inmigración y en los países de destino;
  • el establecimiento de vías seguras y legales para la inmigración, prestando especial atención a las mujeres y niñas, incluso en situaciones de desplazamiento forzado;
  • la contratación y el trato justo de los trabajadores inmigrantes en el mercado laboral, independientemente de su condición jurídica, con especial atención a las mujeres y niñas.

Al hacer esto, Talitha Kum apoya la invitación del Papa Francisco para acoger, proteger, promover e integrar a los inmigrantes, refugiados y a los desplazados internos, para evitar que caigan en manos de los traficantes de personas.

 

Promover una economía del cuidado y de la solidaridad
Talitha Kum abraza el mensaje del Papa Francisco para la VII Jornada Internacional de Oración y Conciencia contra la Trata de personas (8 de febrero de 2021):

Una economía sin trata de personas es una economía del cuidado. El cuidado puede entenderse como el cuidado de las personas y de la naturaleza, ofreciendo productos y servicios para el crecimiento del bien común. Una economía que se preocupa por el trabajo, creando oportunidades de empleo que no explotan a los trabajadores a través de unas condiciones laborales degradantes y jornadas extenuantes.”

Al hacerlo, Talitha Kum reconoce que las crecientes desigualdades socioeconómicas proporcionan una tierra fértil para el desarrollo de la trata de personas, por ello se esfuerza en alcanzar una transformación sistémica a largo plazo desde una economía de la trata hacia una economía del cuidado y la solidaridad. Esta última también debe favorecer el desarrollo sostenible e integral, a la luz de la crisis del medio ambiente que afecta a nuestra casa común, la tierra.

Por lo tanto, la red solicita en particular a las partes interesadas en la gobernanza global:

  • modelos de consumo y negocio éticos y responsables que se basen en cadenas de valor globales no relacionados con la trata y explotación de personas, y que promuevan la dignidad humana y la sostenibilidad del medio ambiente, incluyendo acciones dirigidas a hacer frente al cambio climático;
  • la integración socioeconómica y la inclusión de los supervivientes de la trata y de las personas en situación de riesgo.